EL PRIMER CATARRO DE LA TEMPORADA

Se han  olvidado de los mocos de los peques durante el verano, pero ha sido comenzar las clases, y llegar el otoño con sus mañanas frescas y tardes calurosas y era inevitable: el primer catarro de la temporada ya está aquí.
Algunos niños incluso no han acabado de adaptarse al cole que ya están acatarrados. Es muy frecuente que los bebés y niños pequeños pasen unos cuantos resfriados durante el otoño y el invierno, especialmente si van a la guardería o al cole. Pero, ¿qué debemos hacer?

¿Cómo se contagia?

El catarro común o resfriado es una infección viral leve del sistema respiratorio superior, muy contagiosa, causada principalmente por un tipo de virus, el rinovirus, siendo conocido también como "rinofaringitis”
Se transmite a través de las secreciones respiratorias producidas por la tos y los estornudos, por lo que inevitablemente los niños pequeños, al estar en contacto permanente con otros niños, se contagian con mucha facilidad.
Se pueden observar los siguientes síntomas, que duran entre tres y diez días: estornudos, secreción nasal, dolor de cabeza, goteo y congestión nasal, ojos llorosos, picor, dolor o flema en la garganta, tos, cansancio y una sensación de malestar general.
No hay fiebre, y en caso de haberla es muy baja. Esta es la principal diferencia con la gripe, que cursa con fiebre alta. Como sabéis gripe y catarro no son la misma enfermedad, ya que la gripe es una infección provocada por el virus de la influenza.

¿Cómo aliviar el catarro?

Al no curarse con medicinas, lo que debemos hacer es aliviar los síntomas que produce.
Es muy importante mantener al niño siempre hidratado con zumos naturales, agua, caldos y limpiar con frecuencia las fosas nasales con agua salina.
El uso de humidificadores ambientales también ayuda, así como los baños de vapor que contribuyen a hacer las secreciones más fluidas.
Si el niño presenta unas décimas de fiebre y necesita medicamentos como paracetamol, deben estar siempre recetados por el pediatra con la dosis y el número de veces al día que debemos darle.

¿Cuándo acudir al médico?

Vigilar el catarro y cuidar al niño para evitar posibles complicaciones, producidas sobre todo por bacterias como otitis, sinusitis, conjuntivitis purulenta o neumonía.
Además de eso, hay otros síntomas a los que debemos prestar atención y llevar al niño al pediatra si observamos:
  • La persistencia de fiebre durante más de tres días
  • Dolor de oídos
  • Dificultad para respirar
  • La persistencia de más de 10 días de mucosidad nasal espesa de color amarillo o verdoso
  • Decaimiento generalizado.

¿Se puede prevenir el contagio?

Los catarros son muy difíciles de prevenir, sobretodo en niños que están en contacto con otros niños durante muchas horas como sucede en guarderías o coles.
Aún así hay que evitar, en la medida de lo posible, que compartan chupetes, vasos, cubiertos y cualquier otro objeto que se lleven a la boca, así como alimentos y bebidas. También lavarse las manos con frecuencia y taparse boca y nariz al toser o estornudar puede contribuir a evitar el contagio.
Papás y mamás, si el primer catarro del otoño ya está aquí, lo único que queda es paciencia, muchos mimos y cuidados hasta que pase. ¿Os ha tocado ya?
Fotos | Thinkstock
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