LA PAZ COMIENZA CON UNA SONRISA








Esta última semana de enero, hemos trabajado La Paz con cuentos, actividades y manuales, tanto en la Tutoría como en Religión.
Hemos cantado "Paz, Paz, Paz" de Juanes y recitado una poesía de la Paz.
El viernes como colofón,  Laura ha traído unos regalos para celebrar la amistad compartiendo mucho amor y cariño entre todos los compañeros. Y también tuvimos la visita de un Cuenta cuentos, que nos trajo la Editorial Edelvives, con el que pasamos un buen rato con las aventuras que nos ofreció. Los niños lo pasaron muy bien y se metieron en los papeles de los protagonistas actuando según se narraba. 


EL RATONCITO PEREZ SE HA COLADO EN NUESTRA CLASE






Este lunes, cuando hemos llegado a clase, nos hemos encontrado con una sorpresa.
Los alumnos se dieron cuenta que había una pequeña puerta en nuestra pared. Me llamaron a ver que decía en el cartel de la puerta.  Se los leí y pregunté quién conocía al Señor Pérez, pensaron un momento y  enseguida dieron con la solución: tenía que ser el ratoncito Pérez.
¡Claro! comenté yo, pues a Natalia se le había caído un diente el viernes y se ha venido a nuestra clase para enterarse de los niños y niñas que se les caen los dientes e ir por la noche a sus casas a buscarlo a cambio de unas monedas.
Están muy entusiasmados con la puerta y desean que un día se abra, pero yo les digo que yo jamás lo he visto, mejor será dejarla cerrada para que no se enfade.


Aquí les dejo el cuento del Ratoncito Pérez para que se los lean o cuenten a sus hijo/as

Pepito Pérez era un pequeño ratoncito de ciudad.
Vivía con su familia en un agujerito de la pared de un edificio. El agujero no era muy grande pero era muy cómodo, y allí no les faltaba la comida. Vivían junto a una panadería, por las noches él y su padre iban a coger harina y todo lo que encontraban para comer.
Un día Pepito escuchó un gran alboroto en el piso de arriba. Y como ratón curioso que era trepó y trepó por las cañerías hasta llegar a la primera planta.
Allí vió un montón de aparatos, sillones, flores, cuadros..., parecía que alguien se iba a instalar allí. Al día siguiente Pepito volvió a subir a ver qué era todo aquello, y descubrió algo que le gustó muchísimo. En el piso de arriba habían puesto una clínica dental.
  
A partir de entonces todos los días subía a mirar todo lo que hacía el doctor José Mª. Miraba y aprendía, volvía a mirar y apuntaba todo lo que podía en una pequeña libreta de cartón.
Después practicaba con su familia lo que sabía. A su madre le limpió muy bien los dientes, a su hermanita le curó un dolor de muelas con un poquito de medicina...
Y así fue como el ratoncito Pérez se fue haciendo famoso. Venían ratones de todas partes para que los curara.
Ratones de campo con una bolsita llena de comida para él, ratones de ciudad con sombrero y bastón, ratones pequeños, grandes, gordos, flacos...Todos querían que el ratoncito Pérez les arreglara la boca.
Pero entonces empezaron a venir ratones ancianos con un problema más grande. No tenían dientes y querían comer turrón, nueces, almendras, y todo lo que no podían comer desde que eran jóvenes.
El ratoncito Pérez pensó y pensó cómo podía ayudar a estos ratones que confiaban en él. Y, como casi siempre que tenía una duda, subió a la clínica dental a mirar. Allí vió cómo el doctor José Mª le ponía unos dientes estupendos a un anciano.
Esos dientes no eran de personas, los hacían en una gran fábrica para los dentistas. Pero esos dientes, eran enormes y no le servían a él para nada. Entonces, cuando ya se iba a ir a su casa sin encontrar la solución, apareció en la clínica un niño con su mamá.
El niño quería que el doctor le quitara un diente de leche para que le saliera rápido el diente fuerte y grande. El doctor se lo quitó y se lo dió de recuerdo. El ratoncito Pérez encontró la solución:
-"Iré a la casa de ese niño y le compraré el diente"-, pensó.
Lo siguió por toda la ciudad y cuando por fin llegó a la casa, se encontró con un enorme gato y no pudo entrar. El ratoncito Pérez se esperó a que todos se durmieran y entonces entró a la habitación del niño.
El niño se había dormido mirando y mirando su diente, y lo había puesto debajo de su almohada. Al pobre ratoncito Pérez le costó mucho encontrar el diente, pero al fin lo encontró y le dejó al niño un bonito regalo. A la mañana siguiente el niño vió el regalo y se puso contentísimo y se lo contó a todos sus amigos del colegio.
Y a partir de ese día, todos los niños dejan sus dientes de leche debajo de la almohada. Y el ratoncito Pérez los recoge y les deja a cambio un bonito regalo.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.



"HACEMOS NUESTRO FRASCO DE LAS EMOCIONES"













En clase se trabajan las emociones en todo momento, pero quisimos hacer "El frasco de las emociones" para gestionar y canalizar su energía.

Esta técnica  está inspirada en el método  Montessori y que a su vez, estimula la creatividad y la autonomía de los niños.

Una de sus ideas más fascinantes , curiosas y sorprendentemente efectiva es su " frasco de la calma", una sencilla técnica con la que calmar y controlar las rabietas tras una pelea y ataque de llanto, o en momento en los que se sientan nerviosos, con ansiedad o miedo. 
La edad ideal para ponerla en práctica es entre los dos y cinco años.
La botella o frasco tiene copos de purpurina que al agitarlos se mueven muy rápido (como nuestros pensamientos y emociones cuando estamos nerviosos, enfadados o asustados), y que al dejar la botella quieta los copos empiezan a moverse cada vez más despacio hasta quedarse quietos en el fondo. Por tanto, siempre que hagamos esta actividad con ellos, es importante explicarles esto, para que ellos entiendan que al igual que la botella se agita y se calma, a las personas nos pasa igual.
Así lo montamos:




Para saber más:

La botella de la calma


¡QUÉ FRÍO, QUÉ FRÍO!



 TEIDE NEVADO


 TEJEDA CON TEIDE AL FONDO


 En Canarias suele haber pocos días de invierno en el año y la nieve solo se ve en el Teíde y , en contadas ocasiones en Tejeda, el pueblo más alto de Gran Canaria. Queremos que
los alumnos sepan de esta estación algunas de sus características, así como de las actividades que se pueden realizar con la llegada de la nieve. Nos valemos de imágenes de Tejeda y el Teíde nevado para que conozcan la realidad de sus islas.

Les invito a visitar Tejeda un fin de semana con la familia para que los niños y niñas vean al natural un rincón de su isla y disfruten del invierno.

 Y también desarrollamos la creatividad dibujando paisajes nevados, días de lluvia y niños con abrigos realizados por ellos. 

Hemos puesto en marcha nuestros sentidos con los experimentos del hielo frío, agua caliente y degustado la granizada con sabor a Fresa, Coca Cola y  la fruta por excelencia del invierno: la naranja, al natural y en zumo.
La experiencia les ha gustado mucho y han disfrutado degustando los sabores, olfateando los olores, tocando las texturas y sensaciones del frío, calor, observando los colores de las naranjas y granizadas y al final un alumno me dice: ¡Seño, no hemos sentido por los oídos!,  a lo que respondí.¡No oístes la exprimidora de las naranjas para el zumo!  


 PIEDRA DE HIELO

 GRANIZADO DE FRESA

 NARANJA Y MANDARINA


 ZUMO DE NARANJA COLADO QUE LES ENCANTÓ


¡TODA UNA EXPERIENCIA PARA LOS SENTIDOS!


Adivinanza:
Polvo parece y blanca es,
si juegas con ella
lo pasarás muy bien. (la nieve)


ENLACES DE INTERÉS:







LA SONRISA DEL SOL















Estos días, mientras estábamos de vacaciones, me ha llegado la noticia, a través de la Televisión Canaria que el Antropólogo Francesc Bailon había traído a Canarias a una familia de Inuits de una pequeña ciudad de Groenlandia, Kulusuc,  a conocer Canarias y mostrarles "el mejor clima del mundo".
Tal ha sido la repercusión y agradecimiento humano de esta familia de once componentes que han colgado el vídeo en Youtube para que todos los Canarios lo víeramos.
Nosotros hemos estado conociendo la cultura de los Inuits y sé que a los niños y niñas del colegio,  así como a las familias, les va a gustar les dejo el enlace.



Después de su visionado van a entender la maravilla de clima que tenemos y lo bien que se vive en las Islas Canarias.